miércoles, 1 de enero de 2014

LA REFORMA ENERGETICA Y EL DERECHO A DISENTIR


Francisco Javier Castellón

LA NATURALEZA DE LA REFORMA

Yo no tengo duda que las recientes reformas a la constitución y a otras leyes que tiene que ver con   el usufructo de la renta petrolera en nuestro país, han consumado un gran atraco a la nación: Con el pretexto de atraer grandes inversiones en nuevas tecnologías de extracción y de beneficio del petróleo y del gas que se encuentra en nuestro territorio, el gobierno federal, el PRI, el PAN y el PVEM aprobaron la llamada reforma energética que le dará a los empresarios extranjeros y nacionales la posibilidad de apropiarse de las utilidades, en efectivo y en especie, de los hidrocarburos mexicanos.

Este paso, revierte una gran parte de las medidas que el estado mexicano había realizado al expropiar la propiedad de las grandes compañías petroleras que operaban en nuestro país y que no estaban sujetas a las leyes mexicanas. Un conflicto laboral, provocado por la soberbia de las compañías, fue la gota que derramó el vaso que desembocó en la expropiación de los bienes de las compañías por el presidente Lázaro Cárdenas el 18 de marzo de 1938. 

La actual reforma desanda varios pasos atrás en esa medida. No sólo porque de nueva cuenta las compañías extranjeras tendrán la posesión sobre utilidades y petróleo mexicano, sino porque no se tendrán que sujetar a la jurisdicción de leyes mexicanas porque las modificaciones constitucionales lo permiten. los efectos, que se verán a a mediano plazo, comenzarán a resentirse cuando las finanzas públicas mexicanas comiencen a recibir menos recursos por la disminución de la renta petrolera y por la poca vinculación de la nueva industria petrolera con la industria nacional. 

LOS VOTOS ALIADOS

En la aprobación de las reformas, las bancadas del PRI, del PAN y del PVEM votaron, casi en su totalidad, por la aprobación y el impulso a la nueva legislación energética. Todos los gobernadores de dichos partidos se alinearon al presidente y dos de los gobernadores emanados del PRD externaron su apoyo a dichas reformas. Los congresos estatales, salvo Tabasco, se alinearon en el mismo sentido y varios de nuestros legisladores de izquierda votaron a favor de estas reformas. 

No me pregunto las razones que gobernadores y legisladores nuestros tuvieron para votar a favor de las reformas, pero entiendo que en su reflexión, deben tener el sustento político y personal suficiente para sostener dicha posición. En lo personal, no tengo espíritu de Torquemada y prefiero entender, sin compartir, su libertad a disentir (Aún tratándose de un asunto delicadísimo para la nación) que sacar las descalificaciones que trate de “traidores” a compañeros nuestros, cuyo voto no era, ni con mucho, cuantitativamente importante. 

Tengo claro que los responsables de la entrega legal de uno de los principales activos del país a las compañías petroleras antes expulsadas son, fundamentalmente, quienes gobiernan nuestro país y que seguramente hicieron ese compromiso ante los capitanes de los centros financieros internacionales del mundo. Los demás, solo colaboraron, de alguna u otra manera. 

La batalla por el petróleo mexicano apenas empieza y podrá tener su punto más álgido en julio de 2015, si el PRD logra impulsar la consulta constitucional que podría revertir las reformas. Por lo pronto, muchas historias están por escribirse.

1o de enero 2014


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